En 1995 surge la manifestación explícita por parte de distintas asociaciones de Sevilla de atender a las personas sin hogar. Entre estas entidades se encontraban los comedores sociales que gestionan la Compañía de las Hijas de la Caridad. Ante la escasa atención prestada a las personas que vivían en nuestras calles, diferentes entidades del tercer sector, tanto de naturaleza social como religiosa, se unieron para denunciar la situación y dar una respuesta que se materializó en la creación de un Centro de Acogida. Éste se situó en unas dependencias del antiguo Hogar San Fernando, cedidas por el Ayuntamiento de Sevilla.